Érase una vez... una princesa llamada Andrea que además de guapa y "resalá" era toda un artista. Un día le encargaron a una ilustradora que le hiciera unos bonitos recuerdos para su gran día, su primera comunión. La ilustradora le propuso hacer el trabajo a medias, así que le pidió que se dibujara a ella con el precioso vestido que estrenaría para la ocasión. Al contemplarlo, la ilustradora esparció su polvo mágico sobre él y se convirtió en bonitas tarjetas de agradecimiento y recordatorios para sus familiares y amigos y en unos simpáticos imanes para la nevera. Más tarde, llegó a ella una preciosa fotografía de Andrea y siguiendo los mismos pasos la convirtió en maravillosas chapas rodeadas de más princesas para que pudiera repartir entre sus amiguitas. Y colorín , colorado... el día de su comunión jamás le será olvidado!
25 may 2012
la comunión de Andrea
Érase una vez... una princesa llamada Andrea que además de guapa y "resalá" era toda un artista. Un día le encargaron a una ilustradora que le hiciera unos bonitos recuerdos para su gran día, su primera comunión. La ilustradora le propuso hacer el trabajo a medias, así que le pidió que se dibujara a ella con el precioso vestido que estrenaría para la ocasión. Al contemplarlo, la ilustradora esparció su polvo mágico sobre él y se convirtió en bonitas tarjetas de agradecimiento y recordatorios para sus familiares y amigos y en unos simpáticos imanes para la nevera. Más tarde, llegó a ella una preciosa fotografía de Andrea y siguiendo los mismos pasos la convirtió en maravillosas chapas rodeadas de más princesas para que pudiera repartir entre sus amiguitas. Y colorín , colorado... el día de su comunión jamás le será olvidado!
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